El príncipe de la niebla es una novela juvenil y de misterio escrita por Carlos Ruiz Zafón, publicada en 1993. Está ambientada en un pequeño pueblo de la costa atlántica de Gran Bretaña, en 1943; es decir, en medio de la Segunda Guerra Mundial.
Está considerada como una de las mejores obras de Ruiz Zafón, quien acumula varios premios de literatura.
El traslado de los Carver
La familia Carver, compuesta por los padres y tres hijos (Alicia, Max e Irina, de mayor a menor) se muda a un pueblo en la costa del Atlántico debido a la guerra.
La casa nueva está frente al mar. Había pertenecido a una familia que quedó marcada por una situación trágica: la muerte del único hijo de la pareja, un chico llamado Jacob, que tenía apenas 8 años. La pareja había tenido muchos problemas para lograr el embarazo, lo que aún acentuó más, si es posible, la dolorosa situación.
La casa también tiene un jardín con estatuas. Max, de trece años, explora el lugar y nota que todas las estatuas son personajes de circo. También ve una estrella de seis puntas, que parece un signo diabólico. En el centro del jardín hay un payaso con el brazo extendido y el puño cerrado. En determinado momento, Max nota que ha abierto la mano. Espantado, corre hacia la casa.
La aparición de Roland
Durante un paseo en bicicleta, Max conoce a Roland, un muchacho un poco mayor que él. Entre ellos nace una buena relación y pronto Roland lo invita a bucear entre los restos del Orpheus, un naufragio cercano. Max avisa a Alicia —su hermana mayor— y esta se enamora del chico. Al explorar el naufragio, Max ve que el casco tiene la misma estrella de seis puntas que vio en el jardín y se asusta mucho.
Al salir del agua, Roland explica que vive con su abuelo, el encargado del faro, desde que sus padres murieron. También cuenta que el Orpheus encalló cuando trasladaba a Mr. Cain, un pirata y maleante que también era el dueño de un circo. Su abuelo iba en el barco y fue el único superviviente.
La historia de Mr. Cain
Roland le cuenta a su abuelo que Max ha visto y sentido cosas muy raras. Este decide llamar a los muchachos y les explica la historia de Mr. Cain.
El abuelo conoció a Mr. Cain cuando aún era niño. Era un mago al que llamaban El príncipe de la niebla. Quienes deseaban algo le pedían un deseo, y este se cumplía, pero luego debían hacer algo a cambio. Un amigo del abuelo pidió y se le cumplió, y después Mr. Cain le exigió que quemase una fábrica. El amigo no lo hizo y, a los dos días, apareció muerto.
El abuelo volvió a ver a Mr. Cain varias veces más, porque competía con un amigo, Richard Fleishmann, por el amor de una mujer, Eva Gray. Fleishmann le pidió a Mr. Cain que le concediera ese amor. Efectivamente, se casaron, pero El príncipe de la niebla pidió a cambio la vida de su primer hijo.
Evitaron tener hijos durante años, pero finalmente la mujer se quedó embarazada. Cuando Mr. Cain reclamó al niño, Fleishmann le propuso cambiar su vida por la del hijo.
La revelación de la maldad
Max revisó antiguas películas grabadas por los Fleishmann, y notó que Jacob era exactamente igual a Roland. ¡Eran la misma persona! Dedujo que Mr. Cain se había llevado a su padre.
Un día, los amigos volvieron a bucear y una sombra apareció junto a ellos. Esa sombra, más tarde, reveló su cara de payaso e intentó llevarse a Roland a las profundidades. Habiendo atrapado previamente a Alicia, le hizo la misma propuesta: salvar a Roland a cambio del primer hijo que tuvieran. Ésta le contestó que no.
Tras una lucha tremenda, Mr. Cain logró hundirlo. Tardó muchos años, pero finalmente se llevó a Jacob.
El abuelo se fue del pueblo. Le dejó las llaves del faro a Max. Ahora, cada tarde, Max enciende la luz para los barcos. Ni él ni su hermana olvidarán jamás a Roland.