Resumen de «Marianela» de Benito Pérez Galdós

Golfín es un médico que va de visita a la casa de su hermano en las minas de Socartes. Durante el trayecto se encuentra con que el lugar era un campo de explotación minera ya abandonado. Tras el asombro inicial, y mientras recapacitaba al respecto, se cruza con un joven llamado Pablo. Este le confirma que el lugar que busca está allí, pero que está muy lejos de la entrada principal, y se ofrece para llevarlo. Golfín se sorprende al comprobar que su joven guía está desprovisto de la visión.

Ya una vez encaminado hacia la mina, el médico sigue con su asombro, pues Pablo conoce con exactitud la ruta a seguir. Durante el trayecto se encuentran con una muchacha, a quien el joven invidente presenta como Marianela y, junto a ella, continúan el camino.

Pablo pertenece a la familia de los Centeno, donde Marianela recibe maltrato por parte de sus padres.

Marianela se reúne con Pablo cada día, y cada día el joven le entrega a la chica un presente. Es, en una de esas salidas, cuando el Pablo le confiesa su amor.

Sueños que se hacen realidad

Golfín hace una evaluación de la vista de Pablo y le da esperanzas de que pueda ver. Pablo se aferra a esa posibilidad para así conocer a su amada Nela, mientras que ella teme que, al recuperar la vista, no reconocerá la belleza que le atribuye de espíritu al contemplar su exterior.

Don Francisco, padre de Pablo, está preocupado por la imaginación de su hijo, quien solo piensa en el momento de ver la cara de Marianela, su amada Nela.

Nela pregunta a la virgen por qué la hizo tan fea y le pide que la vuelva hermosa para que, cuando le otorgue la vista a Pablo, él no la encuentre poco agraciada.

Pablo y Nela se encuentran en plena preparación de su boda cuando aparece Florentina, la bella prima de Pablo. Florentina ha venido en compañía de su padre para ayudar con los detalles de la boda.

Pablo y Nela van a mostrar a Florentina las minas. Hablan sobre la ceguera de Pablo y la prima menciona que le esperan algunos chascos cuando recupere la vista. Nela empieza a ponerse nerviosa. Pablo le comenta a Nela que su prima le resulta una mujer hermosa, lo que no hace más que aumentar las preocupaciones de la joven.

Pablo y su ingratitud

Días más tarde, Golfín lleva a cabo la cirugía de Pablo sin tener mucha esperanza en los resultados. Pablo pasa varios días encerrado, atendido solo por su padre.

Ocho días después de la operación, Nela se encuentra con Florentina, que quiere llevarla a ver Pablo, pero mientras se acercan a la casa, Nela huye despavorida. Confusa, Florentina regresa a casa y le dice Golfín que Nela ha escapado por su ingratitud.

Golfín sorprende a Nela justo a tiempo, pues esta intentaba despojarse de su propia existencia bajo la falsa creencia de que la vida le depararía mejor suerte una vez muerta. Golfín la convence de no acabar con su vida y la exhorta a que abra su corazón ante él.

Nela confiesa a Golfín el amor que profesa a Pablo y las promesas de no separarse jamás que Pablo le hiciera. Le confiesa también el motivo por el cual desea marcharse y de los celos que siente hacia Florentina.

Llega el día en que Golfín quita el vendaje de Pablo. Ve primero a Florentina y, equivocado, piensa que es Nela, hasta que se da cuenta de que es su prima. Pablo confiesa a su prima que quiere a Nela y le pide que la traiga ante él. Florentina encuentra a Nela, pero ella se escapa. De nuevo piensa que lo hace por ingratitud.

La mañana en que Nela despertó en la habitación de Florentina, el padre de esta le anunciaba en ese momento al padre de Pablo algo relacionado con el asunto de la boda. Al cabo de un instante, entra Pablo, quien se había quitado ya el vendaje e iba a expresar a Florentina la dicha que le provocaba la futura unión entre ambos.

Nela, que hasta entonces pasaba inadvertida en el sofá, llama por fin la atención de Pablo, quien se dirige hacia ella. Al sentir la mano de Nela sobre la suya se da cuenta de quién se trata. Pablo clava su mirada en Nela, pero esta, al sentir el peso de su mirada, comienza su descenso a las profundidades de la muerte.

Golfín, ante la frustración e impotencia de no poder salvar a Nela, termina por exclamar: “¡Nela ha muerto de amor…!